Ayer 8 de marzo se produjo una nevada histórica que afectó a toda Catalunya, colapsando el transporte viario y ferroviario, y dejando más de 220.000 abonados sin luz.
Barcelona no había vivido desde el 62, el año de la gran nevada; una situación similar. Yo mismo con 33 años ; había visto algunas nevadas bastante fuertes pero ninguna como la de ayer; comenzó a nevar a partir de las 12 :00 h pero hicieron falta varias horas de persistente caída de copos para que comenzase a cuajar, pero al final hasta las playas de la capital catalana quedaron sembradas de un manto blanco que la mayoría de los habitantes nunca habíamos visto.
El caos se apoderó de la capital catalana, poco habituada a estas inclemencias del tiempo: los servicios de autobús urbano y del tranvía dejaron de funcionar a media tarde por el mal estado de la calzada, y la circulación viaria ha sido casi imposible. La intensidad del temporal, uno de los más graves que ha sufrido Cataluña en lo que llevamos de siglo, ya se habia dejado notar a primera hora de la mañana, cuando casi 140.000 niños se han quedado sin poder ir a la escuela.
En Barcelona ciudad, el caos fue impresionante. A las 17 horas, los autobuses dejaron de circular “por motivos de seguridad”. Para compensar este contratiempo, el Ayuntamiento decidió abrir el Metro durante toda la noche. Pero el ayuntamiento fue más allá y realizó reservas en algunos hoteles en previsión de que hubiese gente que no pudiese ir a dormir a su casa y tuviese que hacer noche en la capital. Yo mismo me tuve que refugiar en una cafetería del centro de Barcelona donde pude ver la impresionante nevada; hasta que decidí regresar a casa andando; un trayecto de 40 minutos lo hice en 2 horas.
Los accesos a Barcelona se convirtieron en un infierno. Para avanzar apenas 10 kilómetros se necesitaban tres o cuatro horas; los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) sufrieron también los avatares del temporal.
Una nevada histórica ¡!!
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